Los espectáculos circenses no son divertidos para los
animales. La verdadera cara del circo, se esconde detrás de las coloridas
carpas. Ahí donde no llegan las luces, decenas de animales padecen encierro,
soledad, hambre, falta de atención veterinaria, golpes cuando no quieren actuar
etc.
Captura y Entrenamiento
Los animales de los circos son secuestrados desde pequeños de sus hábitats o
comprados a traficantes, luego son sometidos a crueles sesiones de
entrenamiento en donde se incluyen herramientas de castigo como los bullhoocks
que son varas que terminan en un gancho, el cual se utiliza para llamar la
atención de los elefantes, golpeándolos en las caras y detrás de las rodillas.
El soplete también es utilizado contra estos animales para retirar todo el pelo
duro que tienen en el lomo y cabeza (como protección) para que así el
“valeroso” domador pueda sentarse sobre el animal sin sentirse incómodo.
A muchos de los osos se les retira los dientes y las garras
o se les coloca aparatosos bozales. El entrenamiento de los osos incluye
tocarlos con varas que transmiten descargas eléctricas para obligarlos a que
obedezcan y realicen los “divertidos” trucos. Con los grandes felinos se usa
este mismo tipo de vara, además del látigo. Con los primates, sobre todo con
los chimpacés, la técnica utilizada es la de los golpes (puñetazos) ya que
debido a que este animal es sumamente inquieto y de difícil atención, se suele
golperlos sin razón aparente para que en adelante, el animal atemorizado
anticipándose a los golpes, no despegue la mirada de su domador.
Actos ridículos que van en contra de su naturaleza
Los animales en su estado natural jamás se paran de cabeza, montan bicicleta,
ni patines, mucho menos gozarían saltando a través de aros de fuego y por
supuesto, no usa ridículos trajes o vestidos. Solamente vemos este tipo de
comportamientos antinaturales en los circos. Cada vez que llevamos a los niños
a ver actuaciones de animales, les estamos enseñando que la crueldad es
divertida y que los animales no merecen respeto. Todos esos actos ridículos que
los animales son obligados a realizar les causan estrés y miedo. Es injusto,
que mientras los animales están siendo tratandos como cosas, el público desde
sus asientos, aplauda y hasta ría.
Encierro
Los animales “actores” además de soportar el maltrato físico están condenados a
vivir todas sus vidas encerrados en jaulas. El estrés producto del
confinamiento se hace notar cuando los animales se mecen de un lado a otro en
un vaivén interminable. Cuando no están actuando se encuentran encerrados en
sus jaulas de transporte, las cuales son sumamente pequeñas. También deben de
aguantar los largos viajes y los climas extremos. Los animales no tendrían por
qué soportar todas estas duras condiciones de vida ya que ellos no están en los
circos de manera voluntaria, como en el caso de las personas.
Los dueños de los circos No quieren a los animales en el cautiverio
de los circos se evidencia la falta de cuidado con que son tratados los
animales, pero es imposible decomisarlos porque no hay a donde llevarlos. Así
que algunas autoridades sólo se limitan a hacer recomendaciones.
Hay casos verdaderamente extremos y vergonzosos como el caso
de los llamados “Ositos de Moscú” que en una ocasión fueron alquilados para el Circo que tomó el
mismo nombre y que funcionó en el Colise Dibós de San Borja. Estos animales
están casi ciegos, debido a problemas en la retina producto de los malos
tratos, los golpes y la poca comida que reciben. Cuando estos animales no han
sido alquilados a algún circo, viven en sus diminutas jaulas en una cochera en
El Agustino. Dos de estos animales ya han muerto. Y es que a los dueños de los
animales nunca les ha interesado el bienestar de los mismos, sino recuerden
como hace algunos años el circo Fuentes Gasca de México que se encontraba de
visita en Perú, alquiló un mono, un tigre, un león y un caballo para que sean
utilizados como “decoración” en una fiesta temática de la Discoteca Utopía.
Durante la fiesta se desató un incendio y donde murieron, dentro de sus jaulas,
el tigre y el león (Oscar y Kika)
No les enseñemos a nuestros hijos a ser insensibles ante el
sufrimiento de los demás. Los animales tienen exactamente la misma capacidad de
sentir y de sufrir que los seres humanos. No tenemos ningún derecho de someterlos
y causarles daño. Los animales no están hechos para ser usados como
entretenimiento.
Esperamos que en un mediano plazo podamos lograr lo que
otras ciudades como Bogotá, Rio de Janeiro, La Paz, Barcelona y países como
Holanda, Costa Rica, Austria, Suecia gracias al apoyo de sus autoridades consientes
han conseguido; prohibir o restringir el uso de animales en espectáculos de
circo. Cuando acabe la demanda de este tipo de prácticas crueles también se
terminará la explotación animal.
NO VAYAS A LOS CIRCOS CON ANIMALES
Información tomada de: http://blog.pucp.edu.pe/blog/adea/2006/07/31/circos-maltrato-soledad-encierro-cadenas-golpes/
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